Si hace unos años parecía que la protección medioambiental y el mundo empresarial estuvieran enfrentados, y que conceptos como desarrollo sostenible o eficiencia energética sonaran utópicos, hoy en día es una realidad que el sector de la eficiencia energética está en auge.
Y es que ante el aumento de la amenaza del desastre
ambiental y la paulatina extinción de algunas materias primas, en los
últimos años hemos sido testigos del considerable crecimiento de la
preocupación, tanto ciudadana como institucional, y a nivel global, por
el ahorro de la energía y por un crecimiento sostenido por un nuevo
modelo energético. Es por ello que el ahorro de la energía resulta
fundamental para el sector industrial.Las instituciones comienzan a exigir mayor ahorro
de energía y a incentivar este cambio de mentalidad. Igualmente, las
grandes y pequeñas empresas se muestran cada días más sensibles a una
reducción del uso de la energía, ya sea para reducir costes
energéticos, como para promover una sostenibilidad económica, política y
ambiental.Un ejemplo muy significativo es el de Metro de Madrid,
que, siguiendo con su política de eliminar gastos superfluos y
buscando ser una infraestructura más sostenible, recientemente ha
aprobado un plan de ahorro energético, en el que, entre otras medidas,
sustituirá los 330.000 tubos fluorescentes por alumbrado LED y
realizará un apagado nocturno de las instalaciones para reducir la
factura eléctrica en cuatro millones.Otro caso es el de la cadena automovilística Ford,
que se ha comprometido a reducir sus residuos en un 40%, las emisiones
de gases de efecto invernadero de las fábricas hasta un 30%, recortar
el uso de agua un 30% y bajar el consumo de energía un 25%.Según los datos recogidos por el nuevo informe de Consumer Focus, Empleo, crecimiento y hogares cálidos, podrían
ser creados hasta 71.000 puestos de trabajo por la aplicación de una
mayor inversión en infraestructura de eficiencia energética. Consumer
Focus también predice que un programa de impulso a la eficiencia
energética tiene la capacidad de aliviar la escasez de combustible en
un 90% de los hogares y señala que un programa de eficiencia energética
sólido bien articulado podría proporcionar más empleos y un mayor
crecimiento económico que otros programas de gastos gubernamentales.
Por
otro lado, las iniciativas y la formación a favor del ahorro
energético crece considerablemente. Por ejemplo, la Fundación Gas
Natural Fenosa, en colaboración con la Fundación Caja Castilla-La
Mancha, ha iniciado un seminario en Toledo sobre nuevas soluciones de
eficiencia energética en edificios, en el que participan técnicos y
profesionales del sector, donde se presentan algunas de las últimas
novedades en eficiencia energética en edificios, tales como el uso de
la energía geotérmica, la instalación de mecanismos de
micro-cogeneración, los cambios en los sistemas de iluminación o el
aprovechamiento de las oportunidades que presenta la rehabilitación.
El apoyo de la población también es considerable. Durante el año 2012, la Agencia Andaluza de la Energía ha recibido, a través de La Oficina de Atención a la Ciudadanía, un total de 67.092 peticiones de información y consulta sobre ahorro energético. Un dato clave para comprender el actual grado de conciencia social.
La eficiencia energética está siendo una prioridad incluso en el ámbito inmobiliario. Recientemente el congreso aprobó la nueva Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas que abre una importante oportunidad a la construcción sostenible en todas sus vertientes. Asimismo ha impulsado una Certificación energética de edificios nuevos y antiguos (siendo incluso obligatoria para vender una nueva vivienda) y ha modificado el actual Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, para fomentar el aumento del mercado de las instalaciones térmicas renovables para edificios. Para rematar, se ha previsto una inversión de 627 millones para la rehabilitación, regeneración y eficiencia energética.
El área de la eficiencia energética es, por tanto, una de las que más empleo genera. La sociedad esta sensibilizada con el cambio, pero el camino en este aspecto es largo y complejo. Exige creatividad, mayor especialización por parte de los profesionales y una nueva ética del conocimiento que promueva la puesta en marcha de una nueva sociedad ambientalmente compatible.
Fuente IMF Business school
El apoyo de la población también es considerable. Durante el año 2012, la Agencia Andaluza de la Energía ha recibido, a través de La Oficina de Atención a la Ciudadanía, un total de 67.092 peticiones de información y consulta sobre ahorro energético. Un dato clave para comprender el actual grado de conciencia social.
La eficiencia energética está siendo una prioridad incluso en el ámbito inmobiliario. Recientemente el congreso aprobó la nueva Ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbanas que abre una importante oportunidad a la construcción sostenible en todas sus vertientes. Asimismo ha impulsado una Certificación energética de edificios nuevos y antiguos (siendo incluso obligatoria para vender una nueva vivienda) y ha modificado el actual Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios, para fomentar el aumento del mercado de las instalaciones térmicas renovables para edificios. Para rematar, se ha previsto una inversión de 627 millones para la rehabilitación, regeneración y eficiencia energética.
El área de la eficiencia energética es, por tanto, una de las que más empleo genera. La sociedad esta sensibilizada con el cambio, pero el camino en este aspecto es largo y complejo. Exige creatividad, mayor especialización por parte de los profesionales y una nueva ética del conocimiento que promueva la puesta en marcha de una nueva sociedad ambientalmente compatible.
Fuente IMF Business school